martes, 12 de mayo de 2015

Ramas de la Fisioterapia


Parafinoterapia

Una aliada de la suavidad y la lozanía

Acostumbrados a entender la parafina como un producto utilizado para temperar las casas durante el invierno, poco se conoce acerca de sus propiedades terapéuticas y estéticas. En ésta última, la parafinoterapia es una buena alternativa para recuperar la frescura y la buena nutrición de la piel.
 
 
La parafina puede ser utilizada tanto en tratamientos fisioterapéuticos que tienen que ver con la recuperación o alivio del dolor en contracturas, rigidez articular, tendinitis, torceduras, entre otros, como para procedimientos de estética, donde actuará como un humectante natural, que en conjunto con la aplicación de calor, entregará suavidad a la piel.
“Esto no es milagroso ni nada por el estilo”, comienza diciendo Leticia Iglesias, esteticista y coordinadora del Spa Biosalud (www.spabiosalud.cl) con respecto a éste y otros tratamientos de estética. “Siempre van complementados con una buena alimentación y cambio de hábitos”, agrega.
La parafina utilizada con fines estéticos, puede ser aplicada en forma líquida o en base a cremas que la contienen como principio activo. Ésta última tiene una textura parecida a la vaselina y un agradable aroma mentolado. En cuanto al objetivo del aceite, Leticia Iglesias explica que la parafina se usa como liporeductora para drenar y que en conjunto a la aplicación de calor logra - a través de la transpiración – botar una importante cantidad de líquido y con ello, toxinas acumuladas en el organismo.
La esteticista del Spa Biosalud comenta que este tratamiento va acompañado de masajes corporales y la incorporación de mantas térmicas que ayudan a crear calor en la parte tratada. A través del masaje, se puede activar la circulación, la linfa – líquido que transporta los residuos tóxicos del cuerpo – es decir, “toda la circulación periférica”, complementa.
Iglesias agrega además, que la incorporación de termoterapia a la parafina (aplicación de calor), se dirige específicamente a los lugares donde hay más adiposidad como las caderas y piernas. Así, las sesiones de una hora cada una y cuyo número es individual en cada paciente, irán precedidas y finalizadas cada semana por el pesaje corporal de la persona. Según la esteticista, esto es para “comprobar el grado de desintoxicación que se ha producido a partir del tratamiento”.
Siempre hablando desde la perspectiva de los tratamientos de estética, la  parafinoterapia puede ser utilizada en todo el cuerpo. Sin embargo, la especialista menciona que el rostro sería la excepción, pues al ser más delicada que el resto, necesitará de otros principios activos para realizar algún tratamiento específico. “Sí se puede trabajar papada, brazos, abdomen, caderas y piernas”, enumera.
Luego de la labor que realiza la parafina sobre la piel, el producto es retirado y la persona es sometida a un tratamiento con máscaras criógenas, donde por algunos minutos, el frío se encargará de permitir la absorción del líquido expulsando en la etapa anterior. “Primero hay una vasodilatación y luego una vasoconstricción, para después finalizar con la aplicación de una crema reductiva”, cuenta Iglesias.
 
Acerca de quiénes pueden someterse al trabajo con parafina, la esteticista dice que toda persona puede hacerse un tratamiento, incluso adolescentes, quienes cada vez comienzan su desarrollo corporal más temprano. “En estos casos resulta ideal poder reforzar el cambio hormonal con este tipo de masaje”, sentencia.
“Ojalá eso sí que la enseñanza no sólo fuera estética, sino integral”, menciona la especialista y prosigue diciendo que el cambio debe ocurrir desde dentro hacia fuera y por lo tanto lo ideal es combinar estas terapias con una buena alimentación que impida la proliferación de la obesidad, lo que lleva a su  vez a la aparición de estrías, celulitis y en general, “la acumulación de grasa en lugares que no corresponden”.

En cuanto a las contraindicaciones en el uso de la parafina, la especialista comenta que aquellas personas hipertensas y con problemas de presión alta deben abstenerse de este tratamiento, pues la aplicación del producto más el calor, “produce un poco de alteración en el organismo, por la activación en el sistema circulatorio”, dice.
Por esta razón, la decisión por tomar un baño de parafina debe ser consultada por especialistas (esto a pesar de que hay lugares donde se expenden estos productos para el uso casero e individual). En esta línea, Leticia Iglesias menciona que lo recomendable es realizar una evaluación antes de someter a la persona a la terapia, “porque si llega una persona con alguna enfermedad, obviamente el tratamiento debe ser diferente”, advierte.






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